domingo, 15 de enero de 2017
Intentando volver
sábado, 7 de enero de 2017
Todo empieza con un día de bici.
Un día cualquiera, véase el día de noche vieja, decido hacer una salida suave para acondicionar el motor porque voy a volver a entrenar.
Lo normal es que debería ir despacio. En casa toda la ropa queda "demasiado ajustada", vaya que me sobran 5 kilazos, y tengo más pinta de morcilla que de ciclista pero ale vamos. Llenar bidones y lo ega el momento de anclar las calas y comenzar a pedalear. Cojo carretera de la costa y sin saber cómo y ni por qué veo el primer "punto" y mi pulso se acelera. a
Se acabó la idea de salir a pasear y encontrar a alguien con quien hablar. Las pulsaciones por las nubes. Intentas asomar la cabeza de encima del Garmin y ya le has cogido, pero pasa justo lo que te imaginas, ni de cola te puedes relajar. Para que no parezcas más globero de lo que te sientes has de apretar al menos hasta que no lo alejes tanto que no te pueda poner cara. Así no se reirá de ti otro día. No se afloja, si te descuidas se acelera más y Sí, ya está, al fin el tipo ese se queda.
Ahora sólo queda terminar la salida tranquila y volver a casa sano y salvo y a ser posible entero. Pues no. Y no porque algo en tú cabeza te dice:" a que no hay huevos a hacer unas cuevas? Lo habías prometido..." y allá vas....
Y así empieza lo que termina siendo un rosario de la aurora. Un calentón en toda regla del que al menos piensas no estoy tan mal, "soy casi el mismo". Subida al mirador media vuelta, pero no por donde has venido que si no la ruta no queda bien en el Facebook. Y muerto matado la vuelta termina siendo más de lo mismo, pero cuesta abajo.
En definitiva, al llegar a casa llevas una quemada muy importante. La velocidad media una basura y las pulsaciones medias han superado en mucho las que deberían haber sido durante una salida de pretemporada y en una sola tarde has trabajado fuerza resistencia, velocidad resistencia, intensidad aeróbica, potencia anaeróbica láctica, etc. ..... de todo menos base.
Pasa la noche y el día siguiente y ni de lejos tengo la conciencia tranquila y pienso que para arreglarlo lo mejor es entrenar con el amigo que va como yo. Error, el está mejor y el día que quedo con él me pego otro calentón al principio. El consuelo es que se que existe el entreno inverso, pero al hablar con alguien que sabe llegas a descubrir que lo único que puedes hacer es lesionarte. Ahhhh no pasa nada, ya estoy lesionado, PUES MÁS BOBO, te vas a lesionar más. Con lo que la idea de que si al principio puedo ir a toda castaña en junio después de la operación y la rehabilitación voy a volar, se va a la mierda.
Así han sido los dos primeros días de vuelta a la bici.
Vamos a ver cómo recuperamos un poco el tiempo perdido y nos ponemos en modo vida normal, ya pasaremos al modo axfisiado, el modo vividor ya se acabado.