lunes, 26 de marzo de 2018

Érase una vez....


Hoy toca historia. Historia personal. Así como son las cosas de los recuerdos mezcladas, a borbotones desde el corazón. Un cuento.... y ....
Era se una vez que se era ... un niño que le gustaban las bicis de los ciclistas..... un niño que forjó esa pasión pegado a un televisor viendo las gestas y las “cagadas” de Perico.
Aquel niño a los cuatro o cinco añitos cogió su primera bici, una Torrot. Aquella bici azul cielo y él se hicieron inseparables en esos tiempos de niñez y aunque luego llegaron la  G.A.C., la BH, la Panter Bmx....aquella pequeña bici azul fue la artífice de todo. La Trek, la cabra, la Solace.... y la próxima quién sabe... ¿la Pinarelo?  Desde esos días ese niño ha permanecido ligado a las bicis. Es cierto que de modo intermitente en muchas fases del pasado, pero a día de hoy, el día que no toca  salida la bici es algo raro. 
Creo recordar que corría el año 1991. La pasión por las bicis de carreras estaba  luchando con el fútbol, y ese verano le gané una puesta a papá. Aquello consistía en que si i me fichaban en el equipo de balonmano lo que me faltaba en la hucha para la bici me lo ponía él y así tuve mi primera bici de carreras, una “Suntrak Road” si, si, la marca de Carrefour. Aquel primer artefacto costó 30.000 ptas. y fue entonces cuando llegó el primer paron de fútbol y hacia balonmano y bici, aunque la bici sobre todo en los veranos. 
De ahí, hasta día de hoy han pasado épocas de poca, de nada y de mucha bici, pero es estos días donde más la estoy queriendo y odiando, aunque va a días...hay días que me pregunto mil y unas veces ¿Qué coño hago yo encima de una bicicleta pasando penurias? Como el día de la Brevet200, recuerdo que:  Llegaba arriba de Revoltes, estaba todo nevado, y hacía mucho frío, pero ya estaba  arriba. Me ardía el pecho. Me subí la cremallera y rezaba porque los dedos que no se durmieran; y le dices a tu cerebro que tiene por delante un descenso de unos cuantos kilómetros de carretera con nieve y hielo, que le diga a tú sangre que circule y que necesitas que se mueva para llegar abajo pudiendo mover los dedos. Te acoplas. Gafas empañadas. Vaho. Como bajar mirando a través de la mampara de la ducha. Aveces entrecierras los ojos y simplemente bajas. Le dices a tu cerebro que no se distraiga, que no existen el paisaje, ni el vaho de las gafas, ni el cansancio; le dices que no olvide en cada movimiento que el suelo es una pista de patinaje, pero que no lo piense tanto como para que te agarre el miedo. Al final la cosa se parece más a bailar, en sentir la música de la bajada del puerto.... en navegar, porque los puertos se navegan piensas. Y entonces lamentas haber encontrado esa frase y estar dándole vueltas a su polisemia, porque eso significa que estás pensando en otra cosa. Vuelves a la rueda: la goma y los milímetros de agua/hielo que te separan del suelo. La primera recta es larga y tú pasas de los 60 por hora..... pues eso, aveces en carreras/marchas otras entrenando... ufff “a voltes quin patiement maree “
Y llegamos a la tormenta. Pero después de la tormenta siempre llega la calma y es que estos días pasados en alicante entre la lluvia, poca la verdad, y  el asqueroso viento ha sido un infierno. Por lo tanto esta semana pasada ha sido completamente indoor, más de 220kms de rodillo me he metido entre pecho y espalda. Y esta calma que ha sobrevenida da paso a la siguiente Brevet. 
Con las tremendas facilidades que me han puesto mi amigo Germán en próximas semanas  estaré rodando junto con él en una nueva Brevet. Quizás es un recorrido que por desnivel no es tan espectacular, pero la compañía y la distancia ya la hacen grande de por sí. Una marcha/excursión que en la edición de 200 contó con un ambiente maravilloso, paisajes increíbles y realmente dura por el desnivel y el terreno.
Después de perderme la de 300 tengo muchas ganas de compartir de nuevo la experiencia con Germán, que para los que no lo conocéis es una de las mejores personas que conozco y un excelente ciclista, pero lo más importante es que es alguien que quiero y con quien me divierto muchísimo. En lo deportivo nos entendemos más o menos bien, porque a veces cada cual tira pa su lado y ha sido genial que me anime a estas locuras con el fin de hacer él juntos la Paris Brest Paris en 2019 ó no; pero yo con él y él conmigo, estamos disfrutando el cambio.
El trabajo está saliendo, y el día “D” estará hecho. Y saldrá ó no, no lo sabemos. 
Pero disfrutar.... disfrutaremos, eso es seguro, segurísimo. 
Hasta la semana que viene, la otra ó hasta mañana; básicamente hasta que me dé por escribir. 

miércoles, 21 de marzo de 2018

Lavar la ropa de ciclismo

Lavar ropa de ciclismo 

Ante este cambio de tiempo en mi zona y el quebradero de cabeza que su pone el tema en cuestión, hoy toca una entrada práctica. La verdad es que nunca había deparado en esto hasta hace bien poco porque siempre me lo hacia. Como casi siempre pasa en estos casos. Y sí, la frecuencia, detergente y modo influye muy mucho en la duración de nuestr Segunda piel encima de la flaca. 
La verdad es que la ropa de los ciclistas a evolucionado últimamente a una velocidad brutal, casi tanto ó más que las bicis. Y no sólo las de los pros, las de los ciclistas populares y amateurs también. Hoy en día puedes comprar tanto bicis como prendas de igual calidad a las que llevan nuestros ídolos. Hoy en día las equitaciones están confeccionadas con materiales ligeros y de gran transpiración e incluso aveces repelentes al agua ó con tejidos denominados “wind stopper”
Como siempre en la vida lo primero en la vida es usar el sentido común y lo siguiente mirar la etiqueta del fabricante. 
Es verdad que aveces las etiquetas de la ropa en general son un galimatías, pero poniendo un poco de cuidado al final ... bueno, aveces fastidiando algunas “coladas”.  Para los no duchos en la materia os digo que todos los símbolos que se utilizan son universales, con lo cual, para las dudas se puede consultar en internet.
Por lo general, por no decir el tan teñido “si, siempre” las instrucciones se refieren a la posibilidad de lavar la prenda en la lavadora ó a mano, ó la temperatura del agua. Además no olvidar de si se puede planchar ó meter en la secadora. Y por supuestisimo tener las mismas precauciones que con la demás ropa con la lejía.
Algunos además que con nuestra ropa también somos cuidadosos con el medio ambiente, y por ello aveces los envoltorios de geles y demás vuelven a casa con nosotros. Alguno va a pensar que si estoy bobo al decir esto. Es muy importante mirar los bolsillos antes de meter el maillot y chaquetillas y chalecos a La lavadora, pero creedme que más de uno que lo mete en la lavadora al llegar de l salida y lo lava tal cual. En el mejor de los casos sólo tendrás que lavarlo de nuevo pero.... puede que alguna vez tengas un nuevo diseño y colorido. 
Por lo general las manchas secas son para toda la vida y hay ciertas partes que están más expuestas a las manchas de barro y/ó grasa, como lo son la zona baja de la espalda o la parte baja de las perneras y culottes largos. Aquí yo usaría un desengrasaste de los que son delicados y  no deteRioran las prendas sobre la  y/ó un poquito del remedio de nuestra madres y abuelas, es decir, frotar. Co ello es posible que es lavado quede mejor. Lo que si no aconsejo es dejar la prenda a remojo, porque seguramente más que ablandar las manchas lo que pasará es que desteñirá. Lo mejor es hacerlo en cuanto lleguemos de la salida en bici.
Tanto para el lavado como para el secado, lo más conveniente es dar la vuelta a las equipaciones, así conservaremos mejor los colores. Y para evitar posibles enganchones, cerrar las cremalleras y lavar los guantes y cubre zapas a parte, ó en bolsitas de lavado, porque Ayelen llevar cierres de veclro. 
Una vez ya hemos lavado nuestras queridas equipaciones, ahora hay que secarlas. Si lo hemos hecho a mano para quitar el exceso de agua apretaremos las prendas con la mano, sin retorcerlas.
Por último el secado es conveniente hacerlo en un lugar protegido de La Luz directa del sol y al aire y recordando mantener las prendas dadas la vuelta. Lo mejor es tender los culottes colgados por los tirantes y las chaquetas y maillotos en perchas. Tampoco es muy aconsejable colocar las sobre radiadores y fuentes de calor directo y por supuesto el uso de la secadora. 
La verdad es que lo más común en las  etiquetas de la ropa de ciclismo es lo siguiente: 
Lavado a temperaturas no superior a los 30 grados (frío) para conseguir que prefieren las membranas de las prendas en prefecto estado. Con esta temperatura de agua para el lavado, se recomienda el uso de detergentes líquidos ya que son más eficaces que los detergentes en polvo. No utilizar suavizantes. Los suavizantes reducen significativamente las espunas en las badanas de lo culottes, y también mbién tienden a crear microbolas que taponan los poros de las rejillas de transpiración de los tejidos técnicos. En algunas ocasiones las prendas resistentes al agua utilizan tejidos que precisan de detergentes especiales y ahí sólo puedo aconsejar preguntar en el momento de la compra. Otras como los gustes  pueden acumular gran cantidad de agua una vez los saques de la lavadora, es conveniente escurrirlos, de agua empezando desde los dedos al puño y sin retorcerlos; para su secado lo mejor es colgarlos con mis dedos hacia arriba. 
Bien, dicho todo esto siempre lo mejor de lo mejor es que usemos el sentido de la vista(observar etiqueta) el del oído (escuchar a quien sabe del tema) y el sentido común, aunque sea el menos común de los sentidos. 
Aloha y nos vemos por las carreteras.