Ya ha pasado más de un mes de la carrera de San Javier y puede que ahora pueda hacer un balance objetivo del día puesto que el enfado ya ha pasado. Fue una jornada agridulce que empezaba muy guay. Hicimos cómo en las carreras anteriores y fuimos a desayunar con el viejo, con el patriarca de la familia, y de ahí salíamos hacia San Javier.
Todo estaba saliendo a la perfección. Estábamos super contentos y montando todo, pero después de una primera tanda de mi hermano nada más empezar los libres evidenciamos algunos problemas en la carburación de la moto.
Teníamos problemas de adaptación al frío y deslizante asfalto, presiones para arriba, presiones para abajo. Salí yo y no iba nada cómodo. Enseguida empezamos a entrar y salir de boxes con más desesperación que que otra cosa. Lo único positivo de esa sesión de libres es que hemos aprendido y desmontar un carburador.
Después de un rato de ajustes en la moto empezaban los cronos y salimos a ellos con intención de buscar un buen sitio en la parrilla. La salida tipo en estas carreras es tipo Le Mans, es decir, las motos están a un lado de la recta y los pilotos al otro y cuando dan la salida van corriendo a por ellas y arrancar a empujón.
De vuelta al qualifying, dí unas vueltas para calentar las gomas ir empezando sentirme cómodo. Pero eso empezó a ser el principio del fin. Cuando me empezaba sentir cómodo y a adelantar pilotos y coger ritmo, a la entrada de la recta de meta oí un piloto que venía por mi izquierda y pensé en dejarlo pasar e intentar tirar detrás de él y aprovechar el rebufo.
Error, al abrirme un poco para que pasara y poder coger la rueda para intentar seguirle y marcar un buen tiempo, otro que venía detrás de él me embestia por la derecha y salí volando. La verdad es que fue una hostia monumental. Un susto muy gordo, muy muy muy gordo. Me pegue un ostión muy muy fuerte y paradojas de la vida aunque a mí me dolía más el lado izquierdo, a la postre se vería que el daño estaba en el derecho. Sacaron bandera roja se paro en el qualifying y me llevaron a la ambulancia para hacerme una exploración. Parecía que no tenía nada y me volvía hacia la zona de pit lane y aunque se reanudó la sesión mi hermano dio por bueno el tiempo, y con ese tiempo íbamos a ir a la parrilla.
De repente toda la estrategia para la carrera cambiaba en ese punto. En ese punto decidimos que en vez de salir yo e intentar tirar fuerte esperara, saliera él y el primer relevo fuera muy largo a ver si me recuperaba.
Con esa idea empezamos la carrera pero me dolía mucho el codo y me fui a la ambulancia para que me pincharan algún calmante "de tipo de caballo" para aguantar los dolores y poder salir. Pero nada más lejos de la realidad. Me pincharon Voltaren y Nolotil, pero el codo dijo que no podía ser y conforme pasaba el rato me empezaba a doler la muñeca. Y ahí fue cuando definitivamente cambió la estrategia. Con un trozo de venda me hicieron un pequeño cabestrillo.
En ese momento me puse ya en el muro para a ir haciéndole ver al brother que lo estaba dando todo. Y que iba bien. E intentar transmitirle confianza y apoyo.
Cuando realizó su primera parada después de 50 minutos, "50 minutos del tirón", y entró a boxes y se dio cuenta de que yo no iba salir se quedó helado. Le expliqué que si quería nos podíamos retirar, ó ir haciendo tandas como él se fuera encontrando.
Le dio un bajonazo, sobre todo por la ilusión de hacerlo juntos, pero prefirió seguir.
Ahí empezaba "su carrera".
Le rellené el depósito y le dije como estamos de la clasificación. En ese momento íbamos el 49 y nada salió resignado a que tenía que hacer lo que quedaba hasta las cuatro horas. Estuvo un relevo un poco más corto algo más de media hora dando vueltas hasta que paro va a volver a comer algo y de paso le echamos un chorrito de caldo. Ya partir de ese relevo, los hicimos algo más corto.
La siguiente fue justo después de las dos horas de carrera y ahí había recortado dos posiciones en pista. El cansancio se apoderaba de el poco a poco y tuvo que hacer una parada más larga.
La última fue de casi 20 minutos porque era insufrible, llevaba más de 3 horas encima de la moto estaba y estaba el 44 en la general.
Con esto arrancamos la última tirada y decididos hacerla en 2 tandas, es decir, solo parar una vez más.
Le marqué en la pizarra que quedaban 40 minutos ya entraba a beber un poquito de agua y pone un poquito de gasolina por la rozaduras en el cuello y volvía vista cuando quedaban 36 minutos que haría del tirón y ya no pararía hasta el final.
En esta última tanda conseguía adelantar a cuatro equipos más en pista. No fue una carrera de muchos problemas, de los 55 inscritos que empezaron, cinco abandonaron por diferentes problemas mecánicos y acabaron 50, de esos 50 fuimos el 41 en la general y el cuarto en la categoría master quedando por encima de tres equipos de categoría master.
Enhorabuena a mi hermano por su doctorado en Minimotard.
Después de la entrega de premios y de recoger nuestra copita nos fuimos hacia medimar a que me viesen el codo.
Me hicieron las placas, que revelaron que había una posible fractura en la mano y otra en el codo. Codo y muñeca inmovilizados y el resto creo que ya lo conocéis de las redes sociales y las otras entradas.
Hasta lueguito.