Últimamente me estoy dando cuenta que sólo escribo cuando estoy mal, y por ello se me ocurre una pregunta obviamente enfocada a los que nos atañe, las locuras deportivas que nos entran en el cerebro a algunos.
¿Nos afecta la moral y el estado de ánimo?
Sí.
Para un deportista, y sobre todo de larga distancia, el entreno es más productivo si se mantiene una buena actitud.
Tener una moral positiva puede ser la clave para la consecución de tus objetivos y alcanzar tus metas a la hora de entrenar.
Por ejemplo, utilizamos cascos, guantes para ir en bici y otra serie de accesorios varios los cuales compramos analizando múltiples variables. Exactamente el mismo cuidado deberíamos tener con el estado de ánimo, puesto que, aunque no lo parezca, es un accesorio tan relevante como los anteriores.
Todo esto no es mío, ni de lejos, son reflexiones acerca de las enseñanzas que voy adquiriendo. Y que tantas horas convaleciente dan vueltas por mi cabeza. Hoy tocaba revivir la charla sobre motivación del coach.
La situación mental y emocional a la hora de ponerse el casco y montarse en su bicicleta, por ejemplo para entrenar la bici, debe ser lo más positiva posible. Un bajo estado de ánimo influirá negativamente en el rendimiento, pues el ciclismo no solo es actividad física sino que la mente también tiene un papel fundamental. ¿Y qué condiciones serían las que tenemos que tomarnos con positividad e intentar revertir? Pues, por ejemplo, resultados negativos de las últimas carreras, o las malas sensaciones en nuestras jornadas de entrenamiento.