Sí. 

Para un deportista, y sobre todo de larga distancia, el entreno es más productivo si se mantiene una buena actitud.

Tener una moral positiva puede ser la clave para la consecución de tus objetivos y alcanzar tus metas a la hora de entrenar. 

Por ejemplo, utilizamos cascos, guantes para ir en bici y otra serie de accesorios varios los cuales compramos analizando múltiples variables. Exactamente el mismo cuidado deberíamos tener con el estado de ánimo, puesto que, aunque no lo parezca,  es un accesorio tan relevante como los anteriores.

Todo esto no es mío, ni de lejos, son reflexiones acerca de las enseñanzas que voy adquiriendo. Y que tantas horas convaleciente dan vueltas por mi cabeza. Hoy tocaba revivir la charla sobre motivación del coach. 

La situación mental y emocional a la hora de ponerse el casco y montarse en su bicicleta, por ejemplo para entrenar la bici, debe ser lo más positiva posible. Un bajo estado de ánimo influirá negativamente en el rendimiento, pues el ciclismo no solo es actividad física sino que la mente también tiene un papel fundamental. ¿Y qué condiciones serían las que tenemos que tomarnos con positividad e intentar revertir? Pues, por ejemplo, resultados negativos de las últimas carreras, o las malas sensaciones en nuestras jornadas de entrenamiento.

Durante las etapas de moral baja, mengua la confianza del ciclista en sí mismo, cree que tiene que entrenar más y que no es capaz de lograr los objetivos sobre su bicicleta. Realiza sobreesfuerzos físicos para compensar su estado anímico, poniendo en riesgo su salud e incrementando las posibilidades de sufrir una lesión. Sin embargo, aunque me estoy focalizando en la bici porque es lo que ahora me trae de cabeza, es extensivo a cualquiera de las 3 disciplinas que conforman nuestro deporte. Cuando se pasa por un buen momento es capaz de todo y más, y devorar kms con una energía casi inagotable.

Estar en un bajo estado de forma como resultado de no haber entrenado en un tiempo afecta a la moral pues no te ves con la fuerza necesaria para conseguir sus metas. Para ello, el mejor consejo es: tras un periodo de inactividad, no fuerces. Entrena poco a poco, incrementando el ritmo de entrenamiento en cada sesión.

El error más común es fijarse metas no realistas. A veces, situamos nuestra propia línea de meta más lejos de lo que es capaz de alcanzar. No verse capaz de alcanzarla, puede afectarte pues se genera una sensación de fracaso. Para evitar esto, lo mejor es ponerse metas más bajas y ser capaz de conseguirlas.

Así que, enfúndate las gafas y el gorro, los guantes, el maillot, el casco  ó las zapas de tirada larga; pero sobre todo, mantén siempre una buena actitud de cara al entreno y será su mejor aliada. La moral, en realidad, es como un accesorio más del Triatleta.  

Todo ello cuando estas sano, porque cuando estas lesionado ese accesorio extra debe ser el más importante.
En mi caso, estos días lesionado, no sé muy bien de donde sale pero ahí vamos. Unos días arriba, unos días abajo dependiendo de las sensaciones, pero seguimos hacia el objetivo aunque la meta vaya cambiando. 

ALOHA. Y Nos vemos donde nacen los dragones.