jueves, 22 de enero de 2015

Aprendiendo a aprender

Enfermo y roto ha empezado esta semana. Jodido pensando sólo en lo negativo de la situación, en vez mirar en revertirla. 

Nunca ha me ha resultado fácil ser paciente, pero probablemente ahora es más difícil que nunca antes en la historia, ser paciente para nadie. 
En un mundo en donde la información y los mensajes pueden ser enviados a cualquier parte del mundo de manera instantánea, todo está disponible con tan sólo dar un par de clicks al ratón. Afortunadamente, la paciencia es una virtud que puede ser cultivada y nutrida con el tiempo. En ello ando. 

Es cierto que antes me subiría por la paredes en una situación como la que atravieso. Aunque no lo es menos que de vez en cuando flaqueo. 
Esto no es sólo mérito mío, no soy de esos. Gracias a Dios ó a lo que sea creo que mi sabiduría es rodearme de grandes personas. Unas porque me quieren y otras porque las quiero. 
El gran cambio es que antes sólo oía y ahora escucho. 
Escucho todo. Lo que se habla, lo que se oye, y hasta el ruido aveces enseña. 
Cuando estas dispuesto a cambiar los cambios pasan y casi siempre a mejor. Pero sino mejoran, sabes como reconducir las cosas para llegar a la mejoría. 

Muchas veces en  el deporte, en la vida se presentan momentos difíciles que hay que afrontar. En la mayoría de los casos, las personas no están preparadas para sobrellevar golpes repentinos y duros y se hunden, llegando a la desesperación y la depresión. Yo era así. Una máquina perfecta para sufrir lo que hiciera falta encima de una bici ó corriendo s pie, pero frágil como el vidrio en cuanto algo dejaba de estar en su sitio. Pero alguién me enseñó a practicar y desarrollar el pensamiento positivo. 

Lo primero que hay que hacer cuando llegue situación dura, difícil y desagradable, es pensar si realmente puedes hacer algo para cambiarla. Siempre tendemos a modificar los hechos, pero hay veces que esto supone un gasto de energías absurdo ya que hay hechos ante los que no podemos hacer nada. Si está de tu mano modificar, actúa; si no puedes hacer nada, deja que las cosas pasen como tengan que pasar. 
Saber aceptar las cosas es el pensamiento principal que hay que desarrollar.
Hay que pensar en positivo. Sonreír  siempre y no usar la palabra No, ni otras palabras en negativo. Rodéate de amigos, haz las cosas que más te gusten, trabaja en algo que te apasione si puedes, viaja, descansa, duerme bien, ama y da a los demás todo lo que esté al alcance de tu mano. 

Aveces las mejores lecciones tienen un alto coste. Físico, emocional ó económico, pero seguro que si lo gestionas bien te impulsará hasta donde no creyeras que eras capaz de llegar. 
Estaréis pensando que todo esto ¿ y qué? Que ¿qué he aprendido yo?
Pues, esta vez, a ser paciente. Y me cuestaaa..

Aquí aprendí mucho


Y aquí 


Y esta es una de las de donde todo empezó 


ALOHA.
Y Nos vemos donde nacen los dragones. 

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